La importancia de la actividad física
La importancia de la actividad física
Como es bien sabido, no hay nada mejor para una vida saludable que una buena alimentación y hacer actividad física de manera regular. Es un hecho que las personas que se ejercitan día a día aumentan su bienestar tanto físico como mental. De hecho la Organización Mundial de la Salud recomienda 150 a 300 minutos de actividad física aeróbica de intensidad moderada o vigorosa por semana para todos los adultos. En el mismo reporte, avisa de que el coste estimado al año por enfermedades relacionadas con la falta de actividad física asciende a US$54 000 millones en atención sanitaria directa y otros US$14 000 millones por la pérdida de productividad.
Practicar actividad física mejora no solo tu estado fisiológico, tu figura y tu metabolismo, sino que también aumenta tu bienestar psicológico, te ayuda a mejorar tu concentración y estimula ciertas vías metabólicas que generan, de facto, felicidad.
En resumen, hacer ejercicio es bueno, así en general. Te animamos a que te muevas y te ejercites de la forma que más te guste.
Actividad física y deporte
Dicho lo anterior, es importante diferenciar entre actividad física y deporte. La actividad física es cualquier forma de esfuerzo físico que se haga con el cuerpo y que entrañe un gasto de energía por encima del metabolismo basal. Por otra parte, el deporte conlleva de manera intrínseca la planificación de los entrenamientos, la medición de las marcas personales y todo ello enfocado en la competición. Normalmente entendemos que las personas deportistas se enfocan en uno o varios deportes y que dichos deportes siguen unas reglas muy concretas: reglamentos, federaciones, calendarios competitivos, etc.
Podríamos decir que una persona que sale al parque a ejercitarse está haciendo actividad física, pero si la misma persona se entrena (en el parque o en otro tipo de instalaciones) con un seguimiento, una planificación y con el objetivo de obtener unas marcas concretas o incluso ganar competiciones, esta persona está haciendo deporte.
Esta diferenciación parece banal, pero nos sirve para compartirte lo que viene a continuación. Tanto si eres deportista como alguien a quien le encanta ejercitarse libremente, creemos que te puede interesar.
El agua de mar en el deporte
Como ya hemos hablado en otros artículos, tomar agua de mar nos ayuda a hidratarnos, ya que nos hace un aporte inmediato de todos los minerales que perdemos al sudar. Esto es muy importante cualquier persona que haga ejercicio, pero es primordial para quienes practican deporte.
La pérdida de sales minerales, como el sodio, es muy común en deportistas, sobretodo en aquellos deportes de resistencia como el atletismo, running, fútbol, ciclismo, etc. Al ejercitar nuestro cuerpo de manera prolongada, sudamos. Al sudar, perdemos agua y todos los minerales que forman parte del sudor. Esto, en el peor de los casos puede llevar a una hiponatremia.
En estos casos, beber agua no basta y es por eso que muchos deportistas acuden a las bebidas isotónicas o energéticas. En el mejor de los casos, estas bebidas, creadas artificialmente, tienen una altísima concentración de azúcares añadidos. Lo cual puede llegar a generar problemas estomacales a largo plazo.
Es aquí cuando el agua de mar para deportistas toma relevancia.
El agua de mar aporta todos los minerales que el cuerpo necesita, ya que tiene exactamente la misma composición del plasma sanguíneo. Esto conlleva un aporte mucho más eficiente y efectivo de minerales, de forma que el cuerpo los asimila cuasi instantáneamente.
Comprobado científicamente
Un equipo de científicos publicaron en el año 2017 un estudio en el que varios deportistas consumieron agua de mar micro-filtrada junto con otros que no lo hicieron. Midieron la generación de lactosa (la responsable de las agujetas) y evidenciaron que, efectivamente, el agua de mar disminuía de forma notable la aparición de lactasa.
Años más tarde, en el 2021, realizaron un estudio similar en la Universidad de Cambridge, en el que pusieron en cuestión su propio descubrimiento. Hicieron mediciones más amplias, de otras hormonas relacionadas con la actividad física intensa, y los resultados fueron concluyentes: el agua de mar, disminuye la aparición de lactasa de manera significativa.
Sin embargo, remitiéndonos a la propia investigación, y para no caer en el triunfalismo fácil: esto no significó unos mejores resultados.
Dicho de otra forma: beber agua de mar no te va a hacer ganar una carrera. Eso depende de ti. Pero te puede ayudar a sentirte mejor y menos cansado en cada entrenamiento.
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